lunes, 26 de marzo de 2012

mancha


en el cielorraso la mancha
de humedad persevera
frágiles ruidos la atraviesan
un incendio se precipita
jinetes radiantes e indisciplinadas
moléculas no digeridas
de carbohidratos y prolegómenos
de una imagen que no será
nunca será

por supuesto
aves
felices e intermitentes
entre soledades vastas
esparcidas
en ejércitos chinos
y continuadas como serpientes
con escamas pendencieras
que rememoran tumbas tempranas

un quijote campea
y aunque el viento nórdico
no se vea
está porque tirita
y le agita la cresta prestada
de algún punk
      de algún cajero
            de algún kotti

y la mancha es fratricida
porque la pequeña
nacida del mismo error
o indiferencia
en algún momento
ante mis ojos
ha sido devorada

en el cielorraso un sarcoma de kaposi
dibuja sacrílego
terrenos fantásticos
con medusas y rayos afiebrados
fatuas carcajadas cariadas
y amenazantes
vírgenes que bailan
en un cielo que se escapa

hay una rosa en la mancha
¿o es la mujer que se ha ido,
su figura etérea
desvanecida para siempre
                   rotunda y fatal?

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