viernes, 24 de febrero de 2012

pedagogía


atropellados los pasos que retumban
alto
                                             en el tiempo
                         en el cielo
en la terraza
eran gatos en celo
         gatos cebados
me sugiere el ventrílocuo cientifiquero
que me habita
y me dispersa

yo creía en espíritus y magias
acorralados en intersticios de cemento
y de miedo
creía en fuegos que
                                    son fuegos

y en la deriva de estrellas hacia
páginas afables

y en el secreto confiado
por dioses persas

cuando escuchaba de a ratos
pasos altos de gatos galácticos
enfiebrados por amores crisálidas
tempestuosos y rutilantes
me tapaba hasta la barba y rezaba
                   feroces padres nuestros
convocaba marías
                    y aves secuaces
de alas hieráticas       de ritmo elegante
figuritas rosas para que conjuraran
                tanto hechizo y tanto verso

ahora pongo el punto donde corresponde
medito sombrío adornos y wittgesteines
                tanto hechizo y tanto verso

1 comentario:

  1. Me gusta que lo nombres, ¿sabes?
    El día de la conferencia en la embajada tuve un pensamiento similar. Estaban hablando estas dos chicas y durante un momento pensé "esto es un diálogo de sordas, esgrima, sólo quieren exhibir lo 'académicas' que son".
    Ésa es la acitud. Además, los adornos y wittgesteines, cuando se los recuerda, vienen después, cuando uno critica. En el momento de escribir se piensa en otras cosas que no tienen nada que ver con ellos. Y eso importa más.

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