días tragados por el más parsimonioso discurrir
de la inoperancia
deformados como voces en cámara lenta
de miel y zozobra
el cuerpo pesado de perfidia enclaustrada en el
desengaño de los mayores
nada transita con la velocidad anunciada
sino ásperamente
como una lengua sobre el asfalto
es la espera del quirófano último
en las inmediaciones de un país lejano
estamos atados de labios y manos
frente a una espalda displicente que
podría haber sido de dios
mientras que la reconciliación con los otros
se abisma
ecuatorial
pues los oídos han sido abortados
preventivamente
el colofón es material de un cuento
ya escrito:
ante el festín falócrata de las efervescencias paganas
se rinde una flor magullada
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